Saturday, June 16, 2007

"Sin lo amargo, lo dulce no sería tan dulce"

Eso es lo que dice, mas o menos, una frase sacada del remake de la película "Abre los ojos", "Vanilla Sky".
No me gusta el remake, pero lo ví esperando que volviera de comerciales "V de venganza". La original toca más el sentimiento del actor, la paranoia y la confusión, la rebeldía del actor cuando descubre que la realidad que él vive no es tan así y se cree loco, ya que las cosas que él ve lo superan.
Al final... enfrenta sus propios temores ("mas que temerle a las alturas, le temo a la caída") para dar fe de que es capaz de enfrentar una realidad donde a la cual, se supone, no pertenece, ya que han pasado muchos años desde que renunció a ella. ¿Pero a cuál realidad no pertenece realmente? ¿A la que debería vivir, o a la que vive, creada por él mismo, junto a las personas que se la vendieron?
Es el poder de la mente humana, que es capaz de destruir cualquier cosa cuando lo necesita, con tal de que su funcionamiento sea "óptimo".
Esa película me marcó, y la considero genialísima, y si los gringos se dieron cuenta significa que no estaba tan equivocada.
Si no la han visto, veanla. Yo había olvidado muchas cosas de ella, hasta que vi el remake y las dos frases antes citadas. Creo que, hasta cierto punto, entendí muchas cosas que no había entendido al verla, pero sí había asimilado, y me han servido bastante. Porque ambas son verdad en la vida de muchos, y la mía no es la excepción, creo que es el ejemplo.
Si uno no sufre, no hay momentos después de alegría intensa, la felicidad es sólo un estado temporal que viene, como todos los estados, a raíz de algo, y cada estado está conectado (alegría-tristeza). Y uno no le tiene temor a hacer las cosas porque sí, sino por las consecuencias, la caída.
Son cosas que hay que tomar en cuenta para saber llevar los sinsabores de "este laberinto sin final, que es la vida" (frase mía) y que yo había pasado por alto. Y talvez, por mi carácter, seguiré pasando por alto muchas veces, pero siempre estarán acá para recordarlas, y tomarlas en cuenta. Porque la vida es difícil, pero hay que saber llevarla para que no lo sea tanto.

Gracias a quienes me leen.